Este año que está por culminar ha estado lleno de emociones muy fuertes para mí:
Primero, la misma semana de mi cumpleaños, sorpresivamente me despiden del empleo más estable que he tenido desde que me gradué.
Tras tres largos meses de desempleo, un cambio de rumbo profesional me hizo comenzar en el poco familiar mundo de la subtitulación, lo que poco después se vio interrumpido por la dolorosa despedida de este mundo de mi abuelita Ruth.
Luego de un duelo inesperadamente largo dadas las circunstancias, mi vida continuó redefiniendo prioridades, dejando ir a quienes ya no estarían más en mi vida y dando la bienvenida a nuevas amistades, y a otras que regresaron con más entusiasmo.
Algo me dice que mi vida está a punto de transformarse, y los cambios, siempre que sean para bien, son muy bienvenidos.
En mi último post del 2008 les deseé que este 2009 estuviera lleno de emociones. Esta vez, deseo que el nuevo año venga cargado de renovación, con metas nuevas, muchas alegrías y éxitos, y sobretodo, que tengan la oportunidad -como yo en estos últimos momentos del 2009 que ya tiene sus maletas en la mano- de apreciar cómo la vida entera puede dar un vuelco de 180° en un instante, y que, al igual que yo, una vez conscientes del giro que experimentaron, no puedan más que sonreír ante tanta suerte.
FELIZ 2010.
